Buenos días. Hoy, ya en los albores de este lluvioso mes de octubre, me abruman e inquietan algunos de los acontecimientos ocurridos en las últimas fechas. Aparte de los hechos en sí, ya demasiado escandalosos, por la idea que nos trasmiten de cómo la sociedad padece un retroceso, un retroceso en la mentalidad, crueldad, llegando hasta el cinismo más espectacular. Me pregunto, ¿es esto lo que queremos o es lo que nos merecemos? ¿No hemos concedido mucha más importancia a logros materiales, por encima de otras premisas más humanas, solidarias y espirituales? Hemos casi aplaudido o, por lo menos, no hemos respondido concienzudamente ante la desaparición de la enseñanza, de las Humanidades, de la Filosofía, de la Ética. Se ha perdido la facultad de discernir, de ver por nosotros mismos, y que hay decisiones que tenemos que atajar, perdiendo la capacidad de apartarnos de los entretenimientos y distracciones, escrupulosamente preparados para fines que se alejan del buen funcionamiento de una sociedad «humanista».
Al crear esta colección Tenebrae, Los Libros de la Frontera, pretenden exponer, por medio de sus publicaciones, situaciones y problemas que, aunque puedan parecernos extremos, sacados de la ficción, la realidad-terror cotidiano nos demuestra lo contrario, dándoles cara, presentándolos, cual tragedia escenificada, que nos asombren y revuelvan los instintos más solidarios que pueda haber en el ser humano. En la primera muestra presentada, Suaves manos de papel, se nos revela un autor novel de gran talento narrativo, José Reina del Amor.
Tenemos en preparación la segunda entrega de la colección, Monólogo del que reza a la muerte, de Pascual García, autor ya consagrado con varias novelas y relatos que le revelan como un autor específico del realismo-terror cotidiano. Sus relatos se mueven siempre por un mundo crudo y rural donde habitan seres que viven en la desolación o muy cerca de ella.